Para poder hablar de cerebro masculino debemos remitirnos a la época en el que este aparece, ya que el embrión es femenino completamente hasta la octava semana de gestación que es cuando se empieza a producir testosterona y se empiezan a dar los cambios en el cerebro de los hombres.
ANATOMÍA Y PSICOLOGÍA
Antes del parto los niveles de oxitocina en la sangre del padre se disparan exponencialmente, preparando la cadena hormonal oxitocina-dopamina que optimice, mediante la vinculación emocional y la activación del sistema de recompensa en el cerebro del padre, la relación con el bebé. Pero cabe señalar que en este caso, el bucle no está generado por los cambios corporales-hormonales inducidos por el parto, sino por la interiorización del rol social de ‘padre’ y la anticipación de la sensación de placer que le procura el saberse capaz de cuidar y amar al bebé que sabe suyo
"Sólo en la 8º semana de embarazo las oleadas de testosterona que la dotación cromosómica XY, o sea la de los machos, induce en el saco amniótico potencian el crecimiento de los testículos en el feto y modelan el cerebro distintivamente en el caso de los hombres. A niveles más altos de testosterona en el útero, más masculinización cerebral, y por tanto comportamientos más típicamente masculinos en vida: mayores agresividad, impulsividad, habilidad espacial y matemática, etc. Aunque, por cierto, el mecanismo por el que la dotación cromosómica XY activa el aumento de testosterona en el útero no es perfecto, y ocasionalmente se producen ‘errores’: embriones cromosómicamente femeninos pueden estar expuestos a altos niveles de testosterona y, en consecuencia, desarrollarán en vida comportamientos típicamente masculinos; también se produce el fenómeno contrario."
Louan Brizendine, neurobiologa.
Algunos de los cambios de los que nos habla la doctora Brizendine empiezan a aparecer desde la niñez y pasa por la adolescencia, tal como se vislumbra en este estudio:
En un estudio
de morfometría basada en voxel, se examinaron las diferencias relacionadas con
el sexo en el volumen de materia gris (GM) en 46 sujetos con edades entre 8-15
años.
Los hombres
tenían un mayor volumen de GM en la amígdala izquierda, mientras que las
mujeres tenían volúmenes más grandes de GM hipocampo derecho estriado y
bilaterales que en los hombres.
Áreas
dimorfismo sexual fueron relacionados con los estadios de Tanner (TS) de
desarrollo puberal y el nivel de las hormonas esteroides que circulan en una
submuestra de 30 sujetos.
Los análisis
de regresión de todo el cerebro revelaron asociaciones positivas entre los
niveles circulantes de estrógeno y los volúmenes de GM en el hipocampo, así
como entre los niveles de prueba y las estructuras cerebrales diencefálicas.
Estos datos sugieren que el desarrollo de GM en ciertas
regiones del cerebro se asocia con la maduración sexual y que las hormonas de
la pubertad pueden tener efectos organizativos en el cerebro humano en
desarrollo.
Materia gris en niños. |
Materia Gris en niñas. |
Los picos de
volumen de GM se presentan típicamente 1 año antes en las niñas que en los
niños, las tasas de los cambios globales de volumen siguen una pendiente más
pronunciada en los niños que en las niñas con respecto a ambos aumento de WM y
la disminución de los volúmenes de GM.
Del mismo modo, los volúmenes de las estructuras
subcorticales como el cuerpo estriado, el hipocampo, la amígdala y el cambio
durante la adolescencia de una manera dependiente del sexo, con el aumento de
volumen de la amígdala significativamente más en los hombres que en las mujeres
y el volumen del hipocampo y cuerpo estriado aumentar más en las mujeres.
La remodelación del cerebro de los adolescentes se lleva a
cabo a través de una variedad de mecanismos, incluyendo ambos eventos
progresivos tales como el aumento en el número de células, elaboración
dendrítica y axonal, y eventos regresivos como la apoptosis y la poda
sináptica. Estos procesos son
conocidos para ser influenciado por ambos andrógenos y estrógenos (EST). Los efectos de los esteroides sexuales
en la morfología del cerebro se describen clásicamente como operando a través
de 2 mecanismos distintos. Un
mecanismo, denominado "organización," se define como un mecanismo de
desarrollo en el que los esteroides actúan durante los períodos críticos para
mediar permanente diferenciación dimorfismo sexual de la morfología del cerebro
que da lugar a un comportamiento sexual masculina y femenina y de la fisiología
en la edad adulta. El otro
mecanismo, denominado "activación", está mediado por los efectos
agudos de las hormonas gonadales sobre el sistema nervioso completamente
desarrollado y es responsable de mantener conductas sexuales específicas en la
edad adulta.
En condiciones normales el
cerebro funciona como un todo armónico y unitario gracias a que ambos
hemisferios están unidos por sistemas comisurales, fundamentalmente, el cuerpo
calloso. Aunque es preciso tener en cuenta que cada hemisferio está especializado
en la realización de aspectos particulares de la actividad global del cerebro.
Las mujeres son mejores en
aptitudes que requieren el uso de estrategias lingüísticas y los hombres en las
que necesitan la utilización de estrategias espaciales.
Los hombres y los niños
sobresalen en la capacidad de hacer girar mentalmente los objetos, en el
reconocimiento de formas, en la distinción izquierda-derecha así como en la
representación en dos dimensiones de
objetos que tienen tres; además, los hombres son mejores en el cierre
perceptual y en el desdoblamiento de formas visuales en conjuntos completos.
Actualmente se piensa que las
capacidades lingüísticas y espaciales son más asimétricas en el hombre,
dependiendo el lenguaje del hemisferio izquierdo y el reconocimiento espacial
del derecho.
En general, en los hombres el
hemisferio izquierdo es el lingüístico,
y el derecho el practico.
En el ser humano; estas diferencias se han observado principalmente en tres estructuras: el hipotálamo, la comisura anterior y el cuerpo calloso.( 1990; Lacoste-Utamsing y Holloway, 1982; MacGlone, 1980). Así, en el hipotálamo los primeros trabajos que describieron la existencia de núcleos dimórficos sexuales fueron realizados por Gorski et al. (1978), quienes describieron que los núcleos del área preóptica son 2 veces mayores en los jóvenes hombres.
Los denominados núcleos INAH2 y INAH3 son más pequeños en las mujeres que en los hombres.
El locus coeruleus tambien es considerado una estructura dimórfica sexual, más grande y con número de neuronas en las mujeres de los varones.
Yadi Fernanda Solarte
Maria Fernanda Rodriguez
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