martes, 28 de mayo de 2013

RELACIONES DE PAREJA PARTE 4



A quienes comparan el enamoramiento con una droga no les falta razón, porque en este sentimiento es decisiva la intervención de las hormonas. Unas sustancias segregadas por las glándulas de secreción interna o endocrinas y que circulan por la sangre. Estas aliadas del amor llegan a todo el cuerpo y son determinantes en algunos órganos.


LA DOPAMINA


La dopamina es una hormona y neurotransmisor producida en una amplia variedad de animales, incluidos tanto vertebrados como invertebrados. 

En el sistema nervioso, cumple funciones de neurotransmisor, activando los cinco tipos de receptores celulares de dopamina – D1 (relacionado con un efecto activador), D2 (relacionado con un efecto inhibidor), D3, D4 y D5, y sus variantes. La dopamina se produce en muchas partes del sistema nervioso, especialmente en la sustancia negra. Es también una neurohormona liberada por el hipotálamo.

La dopamina es comúnmente asociada con el sistema del placer del cerebro, suministrando los sentimientos de gozo y refuerzo para motivar una persona proactivamente para realizar ciertas actividades. Se libera desde neuronas situadas en el área tegmental ventral hasta estructuras como el núcleo accumbens, la amígdala, el área septal lateral, el núcleo olfatorio anterior, el tubérculo olfatorio y el neocórtex mediante las proyecciones que tiene el área tegmental ventral sobre estas estructuras. Participa en experiencias naturalmente recompensantes tales como la alimentación, el sexo, algunas drogas, y los estímulos neutrales que se pueden asociar con estos.


LA ADRENALINA


La adrenalina, también conocida como epinefrina, es una hormona y un neurotransmisor.

Como hormona, la epinefrina actúa en casi todos los tejidos del cuerpo. Sus acciones varían según el tipo de tejido y la expresión de los distintos receptores adrenérgicos en cada tejido. Por ejemplo, causa la relajación del músculo liso en las vías respiratorias pero causa contracciones en el músculo liso de las arteriolas.

Tiene efectos fisiológicos como: aumentar la concentración de glucosa en la sangre; aumentar la tensión arterial; aumentar el ritmo cardíaco; dilatar la pupila para tener una mejor visión; aumentar la respiración.
Todas estas situaciones se pueden dar por momentos de máxima tensión como el estrés. Es metabolizado en el hígado y se elimina por la orina. La formación de la adrenalina se realiza a partir de la noradrenalina.


LA SEROTONINA



La serotonina es un neurotransmisor monoamina que se encuentra principalmente en el tracto gastrointestinal y el sistema nervioso central.

Aproximadamente el 80% de la serotonina total del cuerpo humano se encuentra en las células enterocromafines en el intestino, donde se utiliza para regular los movimientos intestinales. El resto se sintetiza en las neuronas serotoninérgicas en el sistema nervioso central, donde tiene varias funciones, incluyendo la regulación del estado de ánimo, apetito, sueño, la contracción muscular, y algunas funciones cognitivas como la memoria y el aprendizaje, y en las plaquetas sanguíneas, donde ayuda a regular la hemostasia y la sangre coagulación.

El aumento de serotonina en los circuitos nerviosos produce una sensación de bienestar, relajación, mayor autoestima y concentración.


LA OXITOCINA



La oxitocina es una hormona relacionada con los patrones sexuales y con la conducta maternal y paternal que actúa también como neurotransmisor en el cerebro. También llamada "La hormona del abrazo". 

La oxitocina es un neuropéptido formado por una cadena de nueve aminoácidos. La palabra oxitocina vio la luz en 1906, acuñada por el fisiólogo británico Henry Dale. Procede del griego y significa “parto rápido” y es la responsable de regular el ritmo del parto/nacimiento y de facilitar la lactancia.

Es producida de forma mayoritaria en los núcleos paraventricular y supraóptico del hipotálamo, aunque también se sabe que es sintetizada en algunos órganos fuera del cerebro.

La oxitocina interviene en determinados procesos fisiológicos, activando comportamientos a nivel mecánico en órganos específicos como el útero y las mamas, pero también influye en el comportamiento por su acción en determinadas áreas del cerebro.

Liberada al torrente sanguíneo desde la hipófisis posterior, la oxitocina recorre grandes distancias hasta encontrarse con su receptor específico en la membrana de las células mamarias o del útero. Al final del embarazo aumentan los receptores de oxitocina en estos órganos. Esta hormona activa estos órganos provocando en ellos una reacción, una actividad física o fisiológica determinada. En el caso del útero la oxitocina estimula y mantiene la contracción del músculo liso del útero durante el parto y el alumbramiento, es decir, es la responsable de la existencia de las contracciones. El alumbramiento de la placenta exige unos niveles aún más altos de oxitocina que la expulsión del bebé, por eso el pico máximo de oxitocina en la vida de una mujer es justo después del nacimiento del mismo. En el caso de las mamas provoca el reflejo de eyección de la leche favoreciendo la lactancia.

La oxitocina no solo interviene en el cuerpo de la mujer durante el parto y la lactancia, sino que es una de las hormonas centrales de la excitación sexual y de los orgasmos tanto de hombres como de las mujeres. Los niveles de esta hormona en sangre aumentan durante el acto sexual y aún más durante el orgasmo. Durante el orgasmo femenino, la oxitocina produce contracciones uterinas que ayudan a transportar el esperma hacia el óvulo para facilitar la concepción, y durante el orgasmo masculino, la oxitocina provoca contracciones en la próstata y en las vesículas seminales.

Por tanto bajo los efectos de la oxitocina sentimos bienestar, estamos más tranquilos y con una mayor y mejor predisposición ante los demás. Por eso la oxitocina juega un papel fundamental en el vínculo y el cuidado del bebé. Puede decirse que su misión es facilitar la propagación de la especie. La oxitocina está implicada en comportamientos sociales como la memoria social que es la habilidad para reconocer un individuo del mismo grupo, la formación de vínculos, el apego, la empatía y el comportamiento maternal y paternal. Los niveles de oxitocina son más altos en las hembras que en los machos de cada especie y en ellos provoca conductas agresivas y de competición.



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